Hasta hace poco no quería volver a abrir el curso de ¡Mejora tu vida, cabrón!
Cualquiera de marketing me diría que estoy perdiendo el tiempo. No toca un punto de dolor, ni tampoco tiene un nicho concreto.
Así que para hacer ver a la gente el gran valor que puede aportarles cuesta. Cuesta mucho.
Sin embargo, dos cosas de hace solo 10 días han hecho que haya cambiado de parecer:
1. Vuelvo a notar que tengo más energía y salud
2. La increíble respuesta que me dieron los alumnos
Este año está siendo jodido a nivel de salud (me han salido mil cosas). Sin embargo, ahora mismo estoy a casi un 90%. Así que eso ha hecho que vuelva a estar motivado y con ganas.
El otro motivo de volver a abrir el curso fue la respuesta de los alumnos de la primera edición. Les pedí a unos pocos que me dijeran brevemente lo que les había parecido el curso. Las respuestas fueron abrumadoras y con una predisposición maravillosa. De hecho, solo una persona no me respondió (la que justamente está en dos trabajos ahora, fallo mío el pedírselo).
Encima es gente muy crack: ingenieros, profesores, consultores tecnológicos...
Como me gusta concretar te pongo uno de los testimonios. El de Pablo Romo (genetista y empresario):
“Te recomiendo comprarlo, lo devorarás (3 días te doy) y reescucharás. Es atemporal, volverás cual droga buena. Te sacudirá, darás otra vuelta a como sueles reflexionar y descubrirás más cositas”.
No puedo poner las otras por el formato de esta newsletter (si las quieres, dímelo y te las paso sin problemas).
Pero déjame, al menos, agradecerles por aquí.
Las mil gracias a Pablo Romo, José Ramón Duro, Daniel Pastor, Carlos Morell y Andreu Prados.
El curso que hicieron es este: ¡Mejora tu vida, cabrón! (Las ideas que me cambiaron la vida)
P.D.: En nada se cierra.
El curso aporta mucho valor en lo que a descubrir y generar ideas se refiere. Filosofía a pie de calle. Súper recomendable