Muy.
En un reino muy muy lejano…
Bueno, en Kualu Lumpur, para ser exactos.
Entré a un pequeño bar de locales. De los que comes comida auténtica, nadie habla inglés y la higiene no está en la carta. Estando allí saqué mi teléfono y ocurrió el efecto estatus maximus.
Parece una conjuro de Harry Potter, pero no. Es un efecto que pasa cuando de pronto ganas mucho estatus en un sitio. El equivalente a que de pronto todo el mundo vea que tienes un Rolex.
Les daba igual que fuera blanco. No les daba igual el pepino de teléfono que tenía.
No llevaba el último iphone o samsung. Lleva un samsung que había salido hacía dos o tres años y había comprado reacondicionado por 300 euros.
Da igual, para ellos eso eran varios salarios. Así que los locales se empezaron a acercar, como zombies en un apocalipsis final:
-¿Qué modelo es?
- ¿Va rápido?
- ¿Por qué te lo pillaste en negro?
(lo estoy traduciendo, para el fluir de esta news)
Y es que nunca había tenido esa sensación de ser el centro gracias a mi estatus hasta que…
…hace unos años me puse a leer como un loco.
Hablar con seguridad sobre libros y temas interesantes, sin ser un cuñado. Siendo escuchado. Sintiéndome más conectado con la gente.
Y esto es lo que ahora transmito en mi curso:
¡Leed, cabrones! (Cómo leer más)
Las técnicas que me han hecho leer más y conseguir ser de nuevo ese extranjero en un reino muy muy lejano.