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Jesús Gil fue un empresario y político español muy conocido en los años 80 y 90.
Era un tipo insaciable, con un ego desmedido y sin ningún sentido de la moralidad. De hecho, era un mentiroso y un delincuente (estuvo 5 años en la cárcel).
Aún así arrasó en las elecciones del Atlético de Madrid y, poco más tarde, en las de Marbella.
Tenía algo que poco políticos tenían: no era aburrido, hablaba de forma directa y se hacía entender.
“Para el pueblo llano era Jesús Gil. Para los que le conocían era Don Jesús.”
Y también conseguía algo que pocos alcaldes han conseguido: generar ilusión por el futuro. Muy famosa es la respuesta a un tendero que le acusaba de querer vender sus pisos más caros:
- Claro que quiero venderlos más caros, y también quiero que tú vendas tus pantalones más caros. Esto va de ganar todos.
Toda Marbella se volcó en trabajar más que nunca. Le compraron la promesa de un futuro mejor (y eso mueve más que nada).
Pensando en esto he visto algo que he hecho bien (sin darme cuenta): contagiar mi pasión por leer.
Ya sois varios los que me habéis dicho que mi curso de ¡Leed, cabrones! os ha animado a leer. Y todo gracias a mi emoción no buscada durante algunas clases. Y es que cuando me pongo a hablar de libros se me iluminan los ojos, no puedo evitarlo.
Aquí el curso para contagiarte: