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Hoy tocan muchas capturitas de pantalla.
El otro día en el grupo de telegram Jose me preguntó:
Le dije que escribiría una newsletter sobre ello. El tema tiene historia.
Aquí los 3 cursos a los que se refiere:
Si mi intuición no me falla (que podría ser) lo preguntó por dos cosas:
Utilizar la palabra “cabrón” siempre
Utilizar imperativos con exclamaciones
Tenía claro que si creaba algo no iba a ponerle un título pomposo y aburrido. Yo no soy así. A mi me gusta provocar.
De hecho, todo empezó por este tuit improvisado de hace 2 años:
A la gente le gustó mi imperativo rabioso. Así que no tuve dudas cuando creé el primer curso. Encima encajaba en este mundo lleno de distracciones y sobresaturación. De pronto, la gente se para a preguntarse: ¿Por qué este tío me llama cabrón?
En Internet o destacas o mueres.
Esta expresión, que suelo usar entre amigos, se ha quedado como marca de la casa. Si ves un título que ponga “cabrón” ya sabes que estoy yo detrás.
Y como todo empezó por mi afán de contagiar la lectura te dejo el curso:
¡Leed, cabrones! (Cómo leer más y recuperar tu concentración)
P.D.: Antes entras, antes leerás (más).
P.D.: Cabrón.